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Un grupo de espeleólogos, con las piezas rescatadas del río Aguas Vivas este fin de semana.Heraldo
Un equipo de 16 espeleólogos de la Federación Aragonesa de esta especialidad ha logrado extraer del río Aguas Vivas 4.000 kilos de chatarra y otros materiales pertenecientes a un camión de gran tonelaje que hace 50 años se precipitó al cauce en Segura de Baños. Con el paso del tiempo, el vehículo quedó semienterrado, por lo que las tareas de rescate de las piezas están siendo muy complicadas al tener que ser retirados previamente todos los sedimentos.
Los espeleólogos iniciaron el trabajo a mediados del pasado mes de junio, pero la crisis sanitaria por la covid les ha obligado a aplazar varias veces sus intervenciones programadas. Este fin de semana, de viernes a domingo, han podido rescatar buena parte de los materiales que cayeron al río. La recuperación del motor del camión, que en el accidente salió despedido del vehículo y quedó oculto bajo el agua del cauce, es una de las fases más arriesgadas. De hecho, como indicó este domingo el coordinador de la operación, Javier Moros, el motor aún no ha podido ser desmantelado en su totalidad y las tareas continuarán en posteriores fines de semana.
El objetivo es devolver a su estado original el cauce del río Aguas Vivas, eliminando el impacto paisajístico que provocó aquel accidente. El trailer se precipitó por un desnivel de 80 metros y, por suerte, el conductor salió ileso al poder saltar antes de que el camión cayera al río.
Los espeleólogos, llegados de distintos puntos de la Comunidad Autónoma, agradecen a los pequeños comercios de la zona la colaboración que les han prestado para que esta actuación medioambiental sea un éxito. Kordas y Talleres Valero, de Montalbán, han sido su apoyo más directo.
Las dificultades para acceder al lugar en el que se encuentra el camión obligan a los espeleólogos a moverse deslizándose por cuerdas y tirolinas. Estos materiales deben ser desmontados tras cada intervención para evitar que sean robados.
La que puede ser la cueva soriana más larga que se conoce, hasta ahora, y que fue descubierta en 2011, se encuentra en la Sierra de La LLana, en Fuentetoba, en la zona de la conocida cascada de La Toba. Se trata de entorno kárstico -el del Pico Frentes- especialmente interesante, con unos acuíferos singulares subterráneos que han facilitado un interesante conjunto calcáreo con diversas cavidades.
Un grupo de espeleólogos de Soria y Logroño, más concretamente de los clubes Terrasub y Deportes Espeleo, encontraron la pequeña cavidad de entrada a la gran cueva, que se ha bautizado con el nombre de ‘Cueva de la majada del Cura’, que se encuentra cerrada para evitar la entrada de personas, perservar así todo su valor geológico, medioambienttal e histórica.
La cueva, de grandes dimensiones, tiene dos niveles, segun exploraron sus descubridores. Una zona fosil con formaciones calcáreas, en las que se encontraron restos arqueológicos y antropológicos; y otra más profunda, por la que discurre un río subterráneo que está activo, con pequeños lagos y cascadas, y que pudiera desembocar en el nacimiento del río Golmayo, en La Toba. Al parecer, se han explorado unos cuatro kilómetros, pero la cavidad y su río subterráneo continuaban. Queda mucho por saber de esta cueva, una privilegiada herencia sin tocar de más de dos millones de años.